martes, 26 de junio de 2012

Los niños... el futuro....


Hasta los seis años, tu hijo dispone de un potencial que no volverá a tener en toda su vida. Y está demostrado que una estimulación adecuada y sistemática, sobre todo durante los tres primeros años, contribuye a desarrollar sus enormes capacidades. Por eso se recomienda que el niño crezca rodeado de estímulos sensoriales y psicomotrices. Es lo que se conoce como "aprendizaje temprano". 
Las vacunas son, tal vez, el mejor representante de la medicina más eficaz: la preventiva. En educación todavía no hemos encontrado un método tan sencillo de administrar para potenciar en los niños la capacidad de aprender, y así prevenir el temido fracaso escolar.
La primera idea importante que los padres de un recién nacido debemos tener es que todo niño llega al mundo con una enorme capacidad para aprender. Tanto es así que a los 6 años, siguiendo el perfil de desarrollo de Doman-Delacato, un niño ya ha aprendido:
·  A entender el lenguaje oral
·  A leer el lenguaje escrito
·  A reconocer un objeto mediante el tacto
·  A caminar erguido en patrón cruzado
·  A hablar un lenguaje abstracto, simbólico y convencional
·  A escribir este lenguaje
Estas seis funciones, se caracterizan, en primer lugar, porque son exclusivas de la corteza cerebral humana y ningún otro ser de la tierra las posee. En segundo lugar, porque son el fundamento y la base de todos los aprendizajes posteriores.
Cuanto más asumidas y automatizadas estén estas funciones cuando nuestro hijo comience la escuela (primaria), más posibilidades de éxito tendrá
Igualmente es fundamental comprender que ninguna de estas funciones básicas las puede ejercer un recién nacidoporque, como seres humanos, heredamos enormes potencialidades para desarrollar a lo largo de nuestra vida, pero muy pocas realidades. La explicación radica en que el niño ya nace con el número de neuronas del que dispondrá toda la vida. Pero una neurona, por sí sola, sirve para muy poco. De hecho, mueren miles de ellas diariamente y no pasa nada. Lo verdaderamente poderoso son los circuitos neuronales que se van formando mediante la estimulación que el cerebro recibe a través de los sentidos y del movimiento. El conjunto de circuitos constituyen una poderosa red que, junto a la mielina que recubre las dendritas y los axones para que la información viaje por las vías nerviosas con rapidez, hace que el cerebro pase de pesar 340 gramos en el recién nacido a 970 a los 12 meses, 1250 a los 6 años. Es decir, se multiplica su peso casi por cuatro.
Todo esto nos conduce a lo más importante para el aprendizaje temprano: estos circuitos neurológicos sólo alcanzan la plenitud si, a través de los sentidos y del movimiento, llegan estímulos al cerebro en esta etapa de la vida de la persona. Y lo más importante: estas funciones humanas superiores sólo pueden llegar a su máximo potencial, si se conceden al niño oportunidades de aprendizaje, durante estos primeros años de especial desarrollo neurológico.
Numerosos ejemplos desgraciados ponen de manifiesto esta realidad: 
·         El más reciente tal vez sea el caso de un niño y una niña encontrados en un bosque de Japón en 1972, cuando tenían, según las radiografías de sus huesos, entre 5 y 6 años. Se comportaban como animales en el caminar y en el modo de comunicarse. En 1990, con 23 ó 24 años, a pesar de los esfuerzos de numerosos especialistas, no habían conseguido andar erguidos con habilidad, usar las manos para tareas finas, ni comprender ni expresar lenguaje hablado o escrito.
·         La evolución de los niños que vivían los primeros años en los antiguos orfanatos es otro triste ejemplo en la misma dirección. Como dice Doman, algunos niños no están atados porque son disminuidos, sino que son disminuidos porque han estado atados.
En sentido contrario, los niños con más posibilidades de éxito a lo largo de la historia han sido aquellos que en su casa han tenido un ambiente culturalmente rico, y sus padres, especialmente las madres, guiadas por su amor y su sentido común, han valorado la cultura y han dado oportunidades a sus hijos, desde el primer día, para tocar, ver, oír y moverse.
Si el cerebro funciona así, ¿cómo es posible que todavía haya parvularios que no pongan en práctica el aprendizaje temprano? Una de las cosas que más cuesta al ser humano es cambiar sus costumbres. Una muestra evidente de ello es el fenómeno "Qwerty". ¿No sabe qué es? Mire el teclado de su ordenador y fíjese en la primera fila de letras de arriba, la que está debajo de los números. ¿Ya lo ha visto? La primera letra es la "Q". Todos los teclados del mundo tienen esta disposición, no porque sea la más ergonómica para alcanzar el mayor número de pulsaciones posible, sino todo lo contrario … para ir más despacio. Cuando se inventaron las máquinas de escribir, si las letras que más se usaban estaban en los dedos más hábiles, las barras que golpeaban el carro (¡qué tiempos aquellos!) se agolpaban y la mecanógrafa perdía mucho tiempo bajándolas a mano. Para evitar esta pérdida de tiempo, se dispuso el teclado de tal manera que no se pudiera escribir muy rápido y nos colocaron la "a" en el dedo meñique de la mano izquierda. Ahora, con la electrónica no hay ninguna razón lógica para mantener este teclado pero, ¿quién es el fabricante que se atreve a cambiarlo?
En educación pasa algo parecido. Cuando, por ejemplo, se lleva muchos años actuando y defendiendo que los niños no son capaces de aprender a leer antes de los 6 años y que si lo hacen es nefasto para ellos, cuesta mucho reconocer que, mediante el método de la lengua materna, un bebé de 2 años puede, no sólo aprender, sino que además le encanta porque se lo pasa bien.
Afortunadamente, cada vez hay más parvularios, incluso algunas instancias educativas, que se están dando cuenta de la necesidad de proporcionar a los niños pequeños oportunidades de aprender. No se trata de hacer superdotados, ni de pretender que nuestros hijos sean unos genios. Pero sí se trata de ayudarles a que desarrollen todas las capacidades que llevan dentro para que sean unas personas equilibradas e inteligentes.
Ignoramos cuáles son las capacidades genéticas y hasta dónde llegarán, pero no nos debe preocupar este hecho porque sobre ello nada podemos hacer. Está fuera de nuestro círculo de influencia. En cambio, sí debemos buscar información y formarnos sobre cómo aprovechar el escaso tiempo de que disponemos los padres para nuestros hijos en la sociedad actual.
Tenemos la suerte de que las técnicas y métodos de aprendizaje temprano ofrecen a los padres esta valiosa información para que disfrutemos y nos divirtamos con nuestros hijos y, además, para que éstos alcancen las herramientas suficientes que les permitan, cuando sean adultos, elegir aquello que quieran ser.













Atardecer...



A continuación les dejo siete pasos para lograr una conversación interna positiva. Siguiendo estos pasos van a poder comenzar a desahacerse de sus conversaciones negativas, y reemplazarlas por pensamientos que los motiven a mejorar.
1. Eliminar la charla negativa
El primer paso es darnos cuenta. Va a ser dificil realizar un cambio para pensar en positivo sin conocer íntimamente a los pensamientos que están en nuestra cabeza. Hace poco me soprendí al descubrir emociones fuertes reprimidas causadas por pensamientos negativos que había tenido hacía menos de 10 minutos. Sin ser consciente, hubiera llevado esta angustia y enojo conmigo. Al ser consciente de mis sentimientos, pude verlos y lidiar con ellos.
Sin dudas que, si se tiene una larga historia de conversaciones internas negativas, va a ser un desafio importante a veces. La charla se vuelve negativa a lo largo de los años por varios motivos. Por ejemplo, si tu primer maestro de primaria te decía contínuamente que eras "tonto", podrías llegar a creer que es cierto. Vas a encontrar que tu vocecita interna a menudo habla de temas como "soy demasiado lento", o "me es dificil aprender". Si constantemente te contás historias negativas, tus acciones van a reflejar tu baja autoestima. Va a ser dificil que llegues lejos si siempre te estás tirando a menos.
Una charla negativa habitual incluye el "no puedo". Cuando te decís a vos mismo "no puedo" o "es demasiado dificil", estás creando resistencia. Un bloqueo mental como este te impiden hacer cosas en las que podrías triunfar.
Cada vez que te encuentres diciéndote "no puedo...", pará la pelota y desafiate a vos mismo con "¿por qué no puedo?". Los estudios demuestran que la mayoría de los genios se vuelven las personas que son por hacer un montón de trabajo dificil. Entonces, si querés ser exitoso necesitás empezar a decir "Yo puedo" mucho más seguido.
Un buen método que encontré útil es decir "Cancelar Cancelar" cada vez que me encuentro diciendo algo negativo sobre mi mismo, tanto sea mental como verbalmente. Este método funciona si sinceramente tenés el interés de pensar en positivo.
2. Afirmaciones positivas
Las afirmaciones son expresiones positivas de un resultado o meta deseada. En general son expresiones cortas, creibles y focalizadas. Al repetirlas a lo largo del tiempo abrimos nuevos caminos en nuestro subconsciente, creando la posibilidad de un nuevo orden de pensamientos.
Un paso importante al repetir afirmaciones es que se deben leer las afirmaciones a voz alta y con sentimiento. El leerlas simplemente no ayuda a menos que realmente sintamos lo que decimos.
Seguramente tengas dudas sobre esta técnica al principio. Sin embargo, si seguís estas simples instrucciones pronto tu descreimiento se irá yendo, reemplazado por fe en vos mismo.
3. Crear guiones positivos
Una cosa que podrás observar es cuán facil le resulta a tu mente generar pensamientos negativos basados en otros pensamientos negativos. Esta charal nunca termina, sino que va aumentando el drama cada vez más, de manera que te limita.
De ahora en más, realizá este ejercicio. Inventate una historia positiva, motivadora que fluya como el guión de una película. Visualizá la situación. Construí la historia con un final positivo; mientras más tiempo te la puedas contar, mejor. Mejor todavía si podés hacer una historia que cuente cómo se cumplen todos tus objetivos. Cuando lo hagas, comenzarás a internalizar tus metas y sueños, como si fueran algo que ya lograste.
4. Reemplazar influencias negativas por positivas
Es importante identificar factores externos negativos en tu vida que estén limitando tus pensamientos. Por ejemplo, tu estado mental puede intoxicarse si estás con amigos y personas que son negativas. Si no tenés el cuidado suficiente, vas a comenzar a adoptar sus pensamientos como propios. Por lo tanto, estate alerta a influencias negativas. Si viene de amigos, limitá tu exposición a esos pensamientos lo más que puedas. También, evitá discutir tus planes con personas que no alientan y te ayudan en tus sueños y objetivos.
En cambio, rodeate de los pensamientos y acciones de las personas que te motiven. De estar poco inspirado y desmotivo, vas a pasar a sentirte positivo y más completo en el interior. Esta energía positiva de la que te rodéas va a comenzar a mejorar tus charlas internas también.
5. Mensajes en tiempo presente
Te podés encontrar apabullado con todas las cosas que necesitás hacer para cumplir tus objetivos. Simplemente puede parecer demasiado esfuerzo, demasiado complicado el lograr el éxito que tanto querías. Así, tu mente se atrapa en un sinsesar de preocupaciones.
Lo que puede ayudar es concentrarse en los pasos que podés tomar en el presente. Si te encontrás trabado, reflexioná: "¿Qué puedo hacer justo ahora?". Cambiá tu charla interna, dejando la ansiedad del futuro y pasando a tomar acción sobre el presente. No podés controlar lo que ocurra en el futuro, pero si podés tomar los pasos necesarios ahora que te permitirán tener un mejor mañana. Tomar estos pasos requiere focalizar tus pensamientos en el Hoy y Ahora.
6. Controlar los miedos
El miedo es a menudo lo que nos aleja del éxito. Tenés miedo de tomar riesgos por miedo a perder la seguridad que gozás ahora. Tratás de convencerte que estás feliz en tu estado actual cuando, en realidad, no lo estás. Tu yo interior puede sonar positivo en un intento de mentirte a vos mismo. Pero de alguna manera, sabés que te estás engañando.
Preguntate cuáles son tus miedos. ¿Qué es lo peor que pueda ocurrir? Tomá un enfoque de paso-a-paso para analizar tus miedos, y fijate si hay alguna forma de ver las cosas más positivamente. Cuando confrontás a tus miedos, muy a menudo vas a darte cuenta que el peor escensario no es tan malo como creías. De hecho, los beneficios del cambio suelen justificar el riesgo.
7. Disfrutar los buenos momentos
Es mucho más fácil tener una actitud positiva si te focalizás en los buenos momentos de tu vida en lugar de en los malos. Si bien es innevitable que tengas desafíos y problemas, tenés que recordarte quela vida consiste de altos y bajos, y que los buenos tiempos se forjan a través de los malos.
Por lo tanto, elegí llenar tu mente con imágenes y pensamientos positivos. Hacelo un hábito consciente. Para empezar, si podés estar agradecido de lo que tenés en la actualidad, tu charla interna va a comenzar a cambiar y alinearse con esa sensación de alegría. Un estado de agradecimiento ayuda muchísimo a tu mente.
Conclusión
Reemplazar las conversaciones internas negativas por una actitud positiva no es algo que vaya a ocurrir de repente. Si tu mente ya está acostumbrada a pensar negativamente, por supuesto que te va a llevar tiempo y esfuerzo. Sin embargo, si a menudo te encontrarás luchando, sin poder cumplir tus objetivos y tirándote a menos, entonces deberías hacerte de valor y comenzar el proceso de cambio.

Hola....

En este blog aprenderás paso a paso algunas sugerencias sobre ejercitación del pensamiento. Como verás, los procesos van desde el más sencillo, hasta el más complejo. Algunos de los procesos que aprenderás a controlar y ejercitar son: observación, diferenciación, semejanzas, clasificación, hipótesis, etc.